Un topónimo fruto de una confusión.
Como sabéis, el castellano tiene diferentes formas de expresarse según la zona de donde seamos, así el castellano que habla un argentino tiene diferencias con el que habla un andaluz, un mexicano o un aragonés, por ejemplo. Hasta tal punto, que una misma palabra puede tener significados diferentes y pronunciaciones diferentes, incluso hay palabras que sólo existen dentro del habla andaluza, la argentina, la aragonesa, etc. Nuestra historia surge de la forma peculiar que tenemos los andaluces de pronunciar algunos sonidos del castellano y como lo entendieron unos funcionarios del rey que, como veréis, evidentemente no eran andaluces.
Nuestra historia comienza a gestarse a comienzos del siglo XVIII. Nuestro rey Carlos II había muerto sin hijos y se organizó una guerra entre los pretendientes a la corona española: la denominada "Guerra de Sucesión". En aquel entonces, no era como ahora, los integrantes de familias reales no podían casarse con quien quisieran, debían hacerlo con personas de otras familias reales o de la aristocracia, como consecuencia casi todos los reyes de Europa eran primos. Así, los primos austriacos de Carlos II, los habsburgos austriacos y sus aliados se enfrentaron con los borbones, (primos franceses del rey) y los suyos por colocar en el trono a alguien de su familia y tener así en España un poderosísimo aliado, que por aquel entonces controlaba casi toda América y era una de las grandes potencias mundiales (no como ahora ¿verdad?).
Durante esa guerra una flota de buques ingleses y holandeses, aliados de los austriacos, tomó el Peñón de Gibraltar, y allí se quedaron hasta finalizar la guerra. La guerra la ganaron los borbones, pero para que se terminara definitivamente, todos los implicados se reunieron en una ciudad holandesa llamada Utrecht y firmaron un tratado de paz. En dicho tratado se acordó que el pretendiente de los borbones sería el rey de España, pero todos los países que habían intervenido, intentaron sacar beneficio. uno de los beneficios para la corona inglesa fue que Gibraltar pasó a ellos no en propiedad, sino como concesión de la corona española, de forma que si para los ingleses en algún momento dejaba de ser útil, deberían de devolverlo a la corona española y no podrían venderlo a otro país; es por eso, que Gibraltar no puede ser independiente, pues pasaría por dicho Tratado a ser propiedad de España.
Junto a la frontera de Gibraltar comenzó a formarse un pueblo nuevo con casas de las personas que trabajaban en el tráfico del contrabando de productos ingleses que introducían en España. Como construían sus casas junto a la línea que separaba España de la concesión británica le llamaron La línea de la concesión.
Aquí empieza lo divertido de la historia, ya que como sabéis hoy en día este pueblo se llama La Línea de la Concepción y no de la concesión. ¿Cómo se cambió el nombre? Tenemos que esperar algo más de un siglo, a finales del XIX, cuando ocurrieron dos hechos: la promulgación del dogma de la Inmaculada Concepción por el Papa y la creación del catastro, un registro oficial de las casas y fincas rústicas de los pueblos y ciudades españolas que facilitaba el cobro de impuestos para la corona.
Cuando los funcionarios castellanos del catastro llegaron al pueblo se encontraron con la dificultad del habla andaluza y su pronunciación de la c, la z y la s. En esa zona de Cádiz, dichas letras se pronuncian igual, como una z suavizada parecida a la th inglesa, que no es ni z ni s. Por lo tanto, al preguntar el nombre de la población escucharían atónitos lo siguiente "La Línea de la Conthethión", e interpretaron que dicho nombre era honor del dogma del Papa y no de la concesión británica. (Intentad leer el nombre en voz alta y pronunciando la th, como una z suave y lo entenderéis).
Buen artículo,ya he aprendido hoy algo más.
ResponderEliminarDesde aquí quiero decirle a ELÍAS que si hubiera habido un premio en la actuación de la chirigotas del cole,yo se lo hubiera dado a él.
Miguel Moreno.